martes, 9 de agosto de 2011

Manifiesto LA CULTURA ES DEL PUEBLO Y NO DE LAS ÉLITES


de Organización Diabluma, el Domingo, 07 de agosto de 2011 a las 0:24

Quienes se creen “dueños de la Cultura” , aquellos que creen que la Cultura es solo el arte, la producción de eventos y la gestión; ahora mismo, enmascarados en una serie de demandas y requerimientos, muchos de ellos reales y justos, lloran porque quieren de vuelta la plata y el poder que van perdiendo. Para que de una vez entiendan Cultura es: “…el modo socialmente aprendido de vida que se encuentra en las sociedades humanas, y que abarca todos los aspectos de la vida social, incluidos el pensamiento y el comportamiento.” [1].

Las relaciones clientelares en las que se resume la tragedia del Ministerio de Cultura, son responsabilidad tanto de quienes se acostumbraron a recibir billete y ahora lloran por su ausencia, cuanto de una concepción limitada y elitista de la Cultura. No vamos a solucionar estre drama cambiando de Ministra y peor aun entregando el poder a aquellos corruptos que han dominado históricamente el ámbito de la Cultura.

Rechazamos así, rotundamente toda pretención de apropiarse y debilitar el espacio institucional mediante cobardes presiones y lloriqueos, y en ese sentido llamamos al compromiso de todos los involucrados para hacer que la Cultura sea respestada e impulsada con la importancia que ésta merece. Para esto es necesario una acción que vaya mucho más allá de recibir dinero para hacer sus obras y eventos particulares y elitistas, sino más bien un compromiso militante con la construcción de una nueva relación que apunte al beneficio de la sociedad y no solo al enriquecimiento de unos pocos artistas y gestores de élite.

Estamos seguros de que ésta transformación solo será posible de lograr mediante la Organización Popular sostenida en el tiempo; así como el contacto y  comunión que ésta pueda generar con los sectores más desfavorecidos de nuestra sociedad.

Si partimos de la consciencia de que la Cultura es, el conjunto de construcciones simbólicas que permiten la resolución de todo, abosolutamente todo, lo que el aparato biológico no puede resolver[2]. Es el momento para diseñar y construir desde el pueblo y sus organizaciones una nueva relación que rebace los intereses de unos pocos y se proyecte a beneficiar al conjunto de la sociedad.

Si bien, aceptamos que el ámbito de la Cultura especialmente en su espacio institucional y sobre todo, en cuanto a su relación con los actores sociales, está plagada de problemas y disfunciones; no adminitimos que éstos sean de exclusiva responsabilidad de una determinada administración. La inmadurez política de los clientelistas, impide que vean su propia responsabilidad sobre ésta situación, pues se acostumbraron a imponer sus designios Ministro tras Ministro, para que les den toda la plata, los viajes, etc. Privilegios de los cuales se creen dueños absolutos por lo fabuloso de su arte, y los muchos años que llevan en la escena neoliberal, privándonos así al resto de personas y organizaciones de acceso a las decisiones en lo que ellos asumieron es una especie de botín.

No vamos a permitir que esta disputa devenga en una dinámica de chantaje, en donde los que han detentado el poder y los privilegios en el ámbito de la Cultura, decidan quien les sirve como Ministro, dejándo al resto de la población, sobre todo a los más pobres sin acceso a los beneficios de una institucionalidad creada con el propósito de satisfacer sus necesidades. Lo que más se necesita en el campo de la Cultura hoy es estabilidad y el compromiso de todxs los que estamos involucrados con ésta causa para transformar urgentemente esta relación.

Por la construcción del Poder Popular


DiablUma
Organización Popular de Izquierda Radikal
Agosto de 2011

[1] HARRIS, Marvin. Teorías sobre la cultura en la era posmoderna. Barcelona: Crítica 2000. Pág. 17.
[2]  MALINOWSKI, Bronislaw. Los argonautas del Pacífico Occidental. Altaya, 2000.

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