lunes, 1 de agosto de 2011

Publicación del Diario EL COMERCIO del día viernes 29 de julio de 2011

‘La censura previa en el arte es una chiquillada’

Joffre Flores / EL COMERCIO

Tiempo de lectura: 4' 10'' | No. de palabras: 662
Entrevista del día. David Pérez Mc Collum. Galerista de arte.
¿La ‘censura previa’ afectó a la calidad del Salón de Julio?
Es difícil de saberlo, porque no se vio lo que pudo haber ingresado. Aquí quisiera precisar: la censura tan amplia como la del Salón es censurable, pero el Salón, como tal, tiene buen nivel artístico. No es una vergüenza, no es un retroceso artístico.
¿Qué queda del debate sobre la censura en el Salón?
Coincide con la censura del diario El Universo. Lo que nos dice que desde el poder, sin importar cuál sea, hay un aire de intolerancia. Empato ambos hechos porque se han dado al mismo tiempo. Son atentados contra la libertad de expresión. Queda un ambiente de estar en una época de censura, creer que solo ‘su’ opinión es la única válida.
¿Las 25 obras finales están en el mismo nivel artístico? ¿No cree que se pudo depurar más el Salón?
En los años anteriores me ha pasado igual. Me han gustado 4 ó 5 piezas, que es lo que me interesa de este Salón. Pero eso va de la mano de lo que se produce en el medio. Con esto no quiero decir que no se ha afectado al Salón con la censura. Más bien qué suerte que hubo material suficientemente bueno para que el jurado tenga de dónde escoger.
Eso está relacionado con la implementación de dos jurados de este año…
Claro, un grupo tamizó el asunto. Yo no estoy tan de acuerdo con dos grupos de jurados. La responsabilidad tiene que iniciar y terminar con un solo jurado. Es un poco que uno puede lavarse las manos en el otro. El jurado de premiación tal vez se privó de conocer una obra más interesante de las que fueron admitidas. Pero nunca lo sabrán, ni siquiera ellos.
¿Esto fue un retroceso?
Puede ser tomado así. También puede ser tomado como que ellos no saben realmente cómo manejar esto. Cometen errores por temores, por querer mejorarlo. Al final del día sigue siendo un error, algo innecesario.
¿Cómo entender la censura al sexo en una ciudad como Guayaquil, que se entiende es una ciudad moderna?
A veces uno no sabe si reírse de pena. Me parece una chiquillada, una ingenuidad. En el mejor sentido, una estupidez de falta de madurez al respecto. Si vamos a la censura, estamos en una ciudad con publicidad orientada al sexo. ¿Por qué no se la censura también? O los libros con palabras referentes al sexo. O la publicidad de ropa interior...
En este campo entraría la labor de los jurados, cuando deben determinar la calidad artística de la obra...
Si uno escoge una persona adulta, con criterio formado, un profesional del arte, sabrá identificar una imagen porno-erótica, sin pertinencia, ni contenido; versus una obra en la que lo sexualmente explícito se lo está manejando de una manera artística. Y si es profesional sabrá hacerlo sin necesidad de una norma a rajatabla.
Eso dijo uno de los jurados. Hubo muchas obras malas que se presentaron en años pasados.
Correcto. Bajo estas normas tal vez hagas una réplica de una obra que se exhibe en el Louvre, realizada en el 1 500 y a la final te la rechazan porque muestra un pecho o una pelvis. El desnudo es parte del arte de todos los tiempos.
¿Hubo exceso del uso del recurso del sexo explícito?
Sí. Excesos siempre van a existir. Pero para eso uno tiene un jurado calificado, no una norma.
¿Afectará a los próximos Salones de Julio?
Sí. Definitivamente afectará.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Desde hace 22 años David Pérez mantiene la galería DPM, en la que exhibe arte contemporáneo.
Su punto de vista. Se vive una época de intolerancia.

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